La cerveza es una de las bebidas alcohólicas más antiguas y más consumidas en el mundo, y la tercera bebida más popular después del agua y del té. La cerveza se produce a partir de unos cereales, principalmente cebada malteada, trigo, maíz, arroz y lúpulo, que añade esa nota ligeramente amarga y que acciona como conservante y estabilizante natural.
Del balance de 2017 presentado recentemente por Assobirra aprendemos que las exportaciones de cervezas italianas han alcanzado su máximo historico (2,7 millones de hectolitros): son en crecimiento del 7,9% en comparación con 2016. “El año pasado también la producción ha alcanzado un récord (15,6 millones de hectolitros): es un aumento del 7,5% en comparación con el año anterior: esta cifra demuestra la buena salud del sector y ha tenido efectos positivos en los sectores agrícola, en los restaurantes, hoteles, en el catering y en la distribución tradicional” dice el informe anual de la asociación que incluye más del 90% de la producción nacional. El sector de la cerveza incluye 140.000 trabajadores, con estimaciones de crecimiento de 3000 empleados por año.
Anteriormente había muchas marcas de cerveza y a menudo sus nombres conjuraban países con una tradición cervezera más arraigada que la nuestra, como Alemania, Suiza y Austria: piénsese en la cerveza Spluga (más tarde renombrada Splügen) en Chiavenna, la Wuhrer de Brescia, la Dreher de Trieste, la Peroni de Vigevano, la Poretti de Varese.
A partir de la segunda mitad del siglo XX las muchas marcas de cerveza empezaron a ser compradas por empresas extranjeras. Así hoy las cervezas italianas más populares y conocidas en el extranjero no tienen más mucho que ver con Italia. De todos modos, vamos a ver cuáles son, y qué historia tienen.
El nombre de esta cerveza indica su origen italiano. Desafortunadamente, la realidad es muy diferente. En primer lugar se debe tener en cuenta que de verdad no se llama Peroni sino Birra Peroni S.p.A.. La diferencia es significativa, porque la empresa posee dos marcas: Peroni y Nastro Azzurro. Lamentablemente Birra Peroni – y luego también la cerveza Nastro Azzurro – en 2003 fue comprada por el coloso sudafricano SABMiller, y algunos años más tarde por el grupo japonés Asahi. Hay que recordar que la propia Peroni en 1961adquirió “Birra Raffo” (“birra” significa cerveza), una marca que es el símbulo de Taranto. Así que si Peroni no es más Italiana… Tampoco Birra Raffo lo es.
Nastro Azzurro es una cerveza premium pilsner italiana, que se produce desde los años 60 en la cervecería Peroni de Roma. El sabor es típico de una Pilsner, con una nota de cítricos y de lúpolo. El grado alcohólico es 5,1% vol.
La cerveza debe su nombre a un homenaje al transatlántico italiano Rex, que en 1933 ganó el premio Nastro Azzurro. Por muchos años la cerveza Nastro Azzurro patrocinó el corredor de motocicleta Valentino Rossi.
Uno de sus ingredientes principales es el maíz de cosecha propia, una variedad que se produce exclusivamente en las zonas agrícolas italianas, no es genéticamente modificada y es seleccionada gracias a una cooperación con la Unità di Ricerca per la maiscoltura di Bergamo (unidad de investigación de Bergamo sobre el maíz). Mientras que en Italia se vende sin la inscripción “Peroni” en la etiqueta, en el extranjero tiene la etiqueta “Peroni Nastro Azzurro”, y a día de hoy es la cerveza italiana que se vende más en el mundo: es exportada en todos los continentes y en más de 75 países.
Birra Moretti es una de las marcas italianas de cerveza más famosas fuera de las fronteras nacionales. Nació en 1859 en Udine, (Friul-Venecia-Julia), y se ha vuelto el símbulo de una ciudad entera, hasta al punto que algunos edificios y lugares públicos llevan su nombre. La fundó Luigi Moretti. Se volvió popular en Italia (y no sólo) con la publicidad del tipo bigotudo más famoso de nuestro país. Recentemente Birra Moretti ha comenzado un proyecto ambicioso: producir cervezas italianas regionales (Sicilia, Piamonte, Toscana). En 1996 Birra Moretti ha sido adquerida por la empresa Heineken Italia, que a su vez forma parte del grupo neerlandés Heineken. Por consiguiente Birra Moretti también no es más una cerveza italiana, al menos oficialmente.
La Birreria Poretti fue fundada por Angelo Poretti en 1876; en 1939, cuando ya estaba a punto de quebrar, fue salvada por la familia Bassetti, que ya poseía la cervecería Spluga (que produce la marca Splügen). Más tarde, en 1982, el grupo danés Carlsberg empezó a interesarse en la sociedad, y a comprar cada vez más cuotas societarias hasta que, en 2002, finalmente obtuvo la propiedad de la entera empresa. En 2007 la histórica cerveceréa Birra Poretti se volvió objeto de una enorme operación de marketing, destinada a relanzar la marca. El nuevo nombre es el con el que conocemos esa cerveza hoy: Birrificio (di) Angelo Poretti.
Menabrea es una antigua marca de cerveza producida por la empresa que tiene el mismo nombre, y cuya sede histórica y la cervecería están en Biella, (región del Piamonte).
Desde los primeros años noventa la marca pertenece al grupo Forst y antes era propiedad de la familia Thedy (heredera de los fundadores de la empresa), de la cual Franco Thedy sigue siendo director ejecutivo. Bajo esa marca se produce cada año alrededor de 110.000 hectolitros de cerveza, gracias a 38 empleados en la sede de Biella, una parte de los cuales es destinada a la exportación en 25 países, garantizando así un volumen total de negocios de 22 millones de euros.
Durante su vida de más de un siglo y medio la cerveza Menabrea ha ganado prestigiosos reconocimientos, gracias a su calidad indiscutible; además, al lado de la fábrica hay el museo de la cerveza, que incluye reliquias históricas que muestran los varios métodos utilizados en el pasado para producir esta bebida tan amada.
Peroni, Nastro Azzurro, Moretti, Angelo Poretti y Menabrea, aunque no son más compañías y marcas “italianas” al cien porciento tienen plantas de producción en nuestro país, dan empleo a muchos italianos y, en la gran mayoría de los casos utilizan ingredientes italianos para producir cervezas que, a día de hoy, representan lo mejor del Made in Italy en todo el mundo. De todos modos, en los últimos años en Italia han nacido muchas cervecerías artisanales que permiten de disfrutar una cerveza local al cien porciento.
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